viernes, 10 de agosto de 2012

¡Vino de tomate!





Crean el primer vino de tomate del mundo

Es un secreto de familia: la receta del vino de tomate fue creada casi por casualidad por el bisabuelo de Pascal Miche, quien hoy vende 34.000 botellas anuales de este elixir dorado en sus tierras en las montañas de Charlevoix, Quebec (sureste de Canadá).

En vez de viñedos, hay un pequeño sembradío de tomates cuidadosamente seleccionados por este quebequense de origen belga de unos 40 años, que se instaló en la región hace siete años.

Miche, quien renunció a su antiguo oficio de charcutero para dedicarse a este proyecto, cuenta que siempre tuvo ganas de producir el 'vino' inventado por su antepasado, con quien se crió en Bélgica: una bebida para todo público.

"Quería terminar lo que mi bisabuelo había comenzado" en los años 1930, explica mientras escudriña una de sus 6.200 plantas de tomate, que se supone madurarán a mediados de agosto.

Esa será la tercera cosecha destinada a la producción de un brebaje al se le puede llamar "vino" en América del Norte, pero que deberá elegir otro nombre si aspira a ser comercializado en Francia, donde sólo la uva puede transformarse en vino.

Sin embargo, Miche cuida sus tomates como los vitivinicultores a sus uvas. E incluso el proceso al que los somete es similar al que siguen los frutos de la vid: machacado, licuación, maceración, presión.

Miche parece un bodeguero de Beaujolais (Francia) o de California (Estados Unidos) cuando habla de sus dos productos: un vino seco y otro suave que se parecen más a un Pineau des Charentes que a un Chardonnay blanco.

Para poder denominar "vino" a su elixir, Pascal Miche debió primero demostrar a las autoridades locales que el tomate es una fruta.

"Tuve que remontarme hasta el siglo XV para rastrear las diferentes variedades de tomates", explica.

Luego, probó 16 especies de tomates para seleccionar las seis que se adaptan mejor al clima extremo de Quebec y a la altitud.

Entre ellas están los tomates rojos de la variedad Subarctique, los amarillos, y los negros Black Cherry, excelentes por su rendimiento y cualidades gustativas, que Miche mezcló para crear su vino bautizado "Omerto", una suerte de homenaje a su bisabuelo Omer, cuenta.

De la tierra a la botella, la transformación del tomate en vino toma cerca de nueve meses antes de convertirse en un líquido claro de tono dorado, con 18% de alcohol.



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