A los gobiernos de
Alemania, Francia y los Países Bajos y los Estados contratantes de la Convención Europea
de Patentes:
Como ciudadanos
preocupados, le instamos a que tome la iniciativa para fijar la ley de patentes
europeo pidiendo al Consejo de Administración de la Organización Europea
de Patentes para cerrar las lagunas legales que permiten a las empresas patentar variedades de plantas y métodos de mejoramiento
convencional. Salvaguardias claras y efectivas y prohibiciones son
necesarias para proteger a los consumidores, los agricultores y ganaderos de la
toma de posesión corporativa de nuestra cadena alimentaria.
Dicen: Es increíble, pero Monsanto y compañía están otra
vez! Estas empresas biotecnológicas hambrientos de ganancias
han encontrado una fuente de dinero en algo que
libremente nos pertenece a todos - nuestros alimentos. Están tratando de patentar de alguna manera verduras y frutas todos los días como el
pepino, el brócoli y los melones , obligando a los productores a
pagarles a ellos y se arriesgan a ser demandados si no lo hacen. Pero
podemos evitar que compren la
Madre Tierra. Empresas como Monsanto han encontrado
lagunas en la legislación europea para salirse con la suya, por lo que hay que
ponerles límites antes de que se sienta un antecedente peligroso. Y
para hacer eso, necesitamos que los países clave como Alemania, Francia y los
Países Bajos - donde la oposición ya está creciendo voten para detener los
planes de Monsanto. La comunidad de Avaaz ya ha conseguido grandes logros con otras, y
podemos hacerlo de nuevo. Muchos agricultores y los políticos ya están en
contra de esto - sólo tenemos que llamar la atención de la gente, presionar
a estos países para mantener las manos de Monsanto fuera de nuestra
comida –
Toda la información en: http://www.avaaz.org
A colación con esta iniciativa, nos llamó la atención en
“Tomates en el balcón” el artículo publicado el día de ayer en el diario “Expansión” y escrito por Mercedes Serraller”
con el título: “Los despachos de abogados se lanzan al negocio del ADN. La Sra. Serraller
parece querer “obviar” que el ejercicio
de la abogacía consiste en hacer defender los intereses de sus clientes y que
el “negocio”, de existir, radica, en todo caso, por la prestación de un
servicio de ámbito legal. Como bien dice
la Sra. Serraller ,
“Hace una década un equipo científico
determinó la secuencia completa del genoma humano en EEUU, un hito que tiene
aplicaciones directas en biomedicina y genética clínica para conocer enfermedades
y obtener nuevos fármacos y diagnósticos más fiables y rápidos(…) Desde
entonces los despachos de abogados son
llamados para cubrir aspectos implicados en la protección legal de
secuencias genéticas, principalmente lo relativo a las patentes, entre ellos,
la protección de datos (…) Mónica Arizti, bioquímica, y Dulce Miranda, abogada,
ambas socias Garrigues, tienen como principales clientes a grandes empresas de
los sectores alimentario y farmacéutico, en concreto, los mayores productores
de lácteos de España, Suiza y Francia, a los que ayudan a proteger (mejor estaría decir: abogan por) la secuencia proteica de péptidos y
microorganismos como el bífidus. En
ese mismo despacho, según apunta la Sra.
Serraler , se asesoró en
procedimiento judicial promovido por Monsanto que presentó demanda contra
multinacionales que importaban harina de soja por violación de derechos de las
secuencias de ADN de esta planta.
Si bien es cierto
que en “Tomates en el balcón” estamos a favor de la iniciativa de la comunidad
de Avaaz y conforme con sus planteamientos, no es menos cierto que nos desagrada la falta
de precisión y rigor de Sra. Serraller en su artículo de ayer, en especial su
enunciado. Recordemos que en este país toda persona física o jurídica tiene
derecho a una defensa justa y a un
asesoramiento legal.
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