miércoles, 20 de noviembre de 2013

En algún post del verano de 2012 os hablamos de los talleres que se impartían en Casa Josephine; concretamente: el taller de técnicas textiles con “La Casita de Wendy”, el taller de escritura de relatos con Pablo Chul, el taller de técnicas manuales de estampación con “SuTurno”, el taller de cómic con Carla Berrocal y el taller de ilustración con Silja Goetz. Pero Casa Josephine tiene mucho más que ofrecer y, como leemos en la revista Vogue, “es la casa más bonita del mundo”. Hoy contamos el porqué.


En 2007 Iñigo Aragón (fotógrafo y decorador) y Pablo López (profesional del turismo) compraron una casa destartalada pero con enormes posibilidades en un diminuto pueblo riojano y comenzaron a restaurarla siguiendo los principios del movimiento “Art & Crafts”  (trabajo manual lento y concienzudo, aprendizaje a partir de los materiales, dignidad de la artesanía…). El resultado fue una casa encantadora, que respira mimo y delicadeza en cada detalle y a la que debería ser obligado peregrinar al menos una vez al año, como para recordar la importancia de la vida “Slow” (¡Quién pudiera!, ¿Verdad?)





Como recordamos en el enunciado de este post, Casa Josephine es mucho más que un alojamiento. Es también un estudio de decoración, una tienda online, una escuela de verano…, un lugar perfecto para el reencuentro. Y, aunque son proyectos independientes, todos respiran la misma filosofía: “la buena vida”. Tres palabras cortas y sencillas que describen a la perfección lo que ocurre instantáneamente cuando entras en la casa.  Allí el tiempo se para.





¡Bienvenidos a "Casa Josephine"!

  















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