Rachel
Blodgett y Julian Farmar-Bowers son los fundadores de la firma Serpent&Bow (https://www.facebook.com/serpentandbow).
Trabajan el 100% hecho a mano, con
tejidos naturales confeccionan, pintan, tiñen y aclaran cada uno de sus
diseños. Usan una combinación de cera de abeja y parafina para crear texturas
etéreas. Actualmente ya cultivan su propio huerto de donde obtienen más materias
primas de tintado.
Sobre la ropa y el medioambiente.
Cuando
estamos en una tienda de ropa, vemos las prendas como objetos que nos pueden
satisfacer una necesidad o un deseo. Sin embrago estos objetos no “caen del
cielo”, sino que han llegado hasta la tienda después de múltiples procesos de
producción, que tienen unas implicaciones medioambientales y sociales
importantes.
Consideraciones
medioambientales: A lo largo de todo el ciclo de vida de la ropa, los puntos
donde se prestan mayores impactos ambientales son la obtención de materias
primas y en el tinte del tejido.
Las
fibras naturales se obtienen mayoritariamente de explotaciones intensivas. Ello
implica el uso de fertilizantes y plaguitas químicos, perjudiciales para la
salud como para el equilibrio ecológico de las tierras de cultivo.
Por
otro lado, las fibras artificiales proceden de industrias químicas que vierten
residuos contaminantes a los ríos y a la atmósfera. Las fibras sintéticas, además
son derivadas del petróleo, un recurso no renovable y que genera un gran
impacto ambiental, sobre todo por su contribución al cambio climático.
Algo
bueno. En los últimos años, la demanda de fibras naturales ha crecido paralela
a la demanda de los límites ambientales, esto es, menos explotaciones intensas
y con más cuidado ecológico.
También
se observa un rechazo a las fibras animales, obtenidas a menudo con
procedimientos que provocan dolor a los mismos.
En
este punto del proceso el mayor problema deriva del uso de tintes y del
blanqueo de tejidos. Los tintes suelen ser de origen químico, y por lo tanto,
de nuevo, perjudicial para el medioambiente y para las personas trabajadoras y
consumidoras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario