Marjaann
Tanttu (estudiante de arte textil) junto con estudiantes de la Escuela de Tecnología Química
en Helsinki han desarrollado una fibra textil hecha de celulosa que resulta ser
una alternativa ecológica para el rayón y el algodón.
La
fibra, producida en el Departamento de Productos Forestales, ha resultado ser
la consecuencia de la aplicación de un método, recién inventado en la
universidad de Helsinki, basado en el uso de disolventes iónicos.
El
diseño del prototipo es una bufanda que nos ha recordado las “telas lenguas” más
contemporáneas de la firma “Teixits Vicenç”
Pero
en “Taixits Vicenç” continúan trabajando con un proceso de fabricación manual y
100% artesanal, tal y como se hacía antiguamente.
Se
prepara la urdimbre a base de algodón blanco y se tiñe en porciones según el
dibujo deseado. Por este motivo las “telas de lenguas” no tienen anverso ni
reverso, sino que las dos caras presentan idénticos motivos.
Os contamos un
poco de historia de la casa y de su fundador Martí Vicenç Alemany “Bonjesus”:
Martí Vicenç Alemany
“Bonjesus” (Pollença, 1926-1995). Artesano y artista polifacético
Los tejidos formaron
parte de su vida casi desde su nacimiento, sus abuelos tenían un pequeño taller
de tejidos de lana tela de obrat y brinet en la calle León numero 55. Mas tarde,
su padre Martí Vicenç i Vilanova, introdujo la roba de llengues y un estilo más
libre en los tejidos pollensines.
Martí y su hermano Rafel,
ya manejaban los telares desde muy niños, para tejer los llamados canyons, que
son una especie de delantales realizados en hilo y lana. Martí no pudo ser
instruido por su padre ya que pereció joven en la guerra civil y no pudo
transmitirles todos los conocimientos del oficio, pero con la ayuda de unas
pequeñas anotaciones y con su poca experiencia reinvento, como él decía, la
roba de llengues y le imprimió desde el primer momento su toque personal
experimentando con los colores y las composiciones.
Todo este proceso se
inicio en el pequeño taller de la calle Pou del Verger, que más adelante
traspaso a la calle Reyes Católicos. Se caso con Antonia, en la que encontró la
compañera ideal para poder exteriorizar sus ansias creativas. Mientras tanto
los colores y las texturas afluían en su mente creando una colección de tejidos
muy extensa e innovadora – sin perder nunca el espíritu del artesanado de la
tela mallorquina- que se adapta a todos los tipos de ambientes; esto le
permitió mas libertad para realizar, tapicería, ropa de mesa, de cama y así
hasta el infinito.
Con mucho esfuerzo la
pareja compra la casa de Ca’n Sionet, en el Calvario Pollensin, actual sede del
Museu Martí Vicenç. Para ampliar el taller, que muy pronto se quedo pequeño, se
trasladaron a la carretera del Puerto Pollença a Pollença (Ca’n Berenguer).
Un maestro de los
tejidos
Una de las cosas
realmente claves de la vida de Martí Vicenç es su profesión como artesano, el
mundo textil formo parte de su vida desde su nacimiento hasta su muerte.
Supo hacer evolucionar
sus creaciones con las necesidades de cada momento, hasta llegar a una
artesanía de vanguardia que nunca perdió su huella personal.
Toda esta amalgama de
telas, más las creaciones de Antonia Capllonch, se fabrican en la actualidad y
no han perdido ni un ápice de su frescura inicial. Combinan a la perfección
dentro de todos los ambientes y estilos.
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