miércoles, 12 de marzo de 2014

Ocio Creativo – Hecho a mano. Esmaltes. IV y última parte.









Después de la cocción, los esmaltes pueden parecer irregulares. El lijado con piedra consigue un buen acabado. Para este proceso el esmalte debe estar algo más elevado que el metal que lo rodea. Envolver la piedra con papel lija, sujetar debajo del agua y frotar hasta que se consiga un buen acabado. Aclarar, secar y hacer una cocción rápida para restaurar el brillo.




Sobre los fundetes. Hay fundetes duros, medios y blandos, cada uno compatible con diferentes esmaltes.

El fundete duro o de cocción alta suele utilizarse como capa base bajo los esmaltes transparentes sobre cobre. También es buen contraesmalte porque al cocer adquiere un color plateado. Un fundete duro de plata, por ejemplo, es muy buena base para el cloisonné.

Los fundetes blandos pueden utilizarse como capa protectora sobre los esmaltes, y para rellenar cloisons sobre colores que necesitan una capa.

El fundete tiene la función  de proteger del ácido el esmalte coloreado.



Metales para esmaltar.

Cobre. El cobre es un metal blando y maleable que resulta muy apropiado para el esmaltado y, dado que es comparativamente barato, resulta un metal ideal para comenzar y familiarizarse con el esmaltado.

El cobre tiene una temperatura de fusión de aproximadamente 1.037 grados C,  que es la más alta de los esmaltes. Suele utilizarse como base para joyas esmaltadas o en  piezas grandes como: paneles, cuencos,  platos, cajas…

Cuando el cobre se calienta, se forma un óxido en la superficie que, si no es tratado, estropearía el trabajo esmaltado. El óxido, que es negro y laminoso, debe ser limpiado antes de cada cocción sumergiendo la pieza en un baño químico o frotando la superficie con estropajo de acero seguido de papel lija normal y de agua.

Preparación de la pieza de cobre para el esmaltado:

- Primero trabajaremos el templado. El proceso de templado consiste en calentar el metal a una cierta temperatura para que, cuando se enfríe, quede lo bastante blando para trabajar con él. El proceso también limpia cualquier suciedad o grasa del metal. Se puede templar el cobre calentándolo en el horno, o con un soplete.

a) Si se utiliza el horno, precalentaremos hasta unos 705 grados C. Colocaremos El cobre en una parrilla metálica y metemos en el horno un minuto o dos hasta que se ponga rojo, lo sacaremos y pondremos a enfriar inmediatamente en agua. Limpiaremos la superficie de cobre introduciéndolo en el baño químico que corresponde.

b) Si utilizamos soplete, colocaremos el cobre sobre un bloque de soldadura en una bandeja para soldar.  ¡Precaución! trabajaremos contra una superficie oscura que nos permita ver el color de la llama del soplete. Cuando la pieza se ponga de color rojo pasar inmediatamente al agua y finalmente limpiar la superficie del cobre sumergiéndolo en un baño químico.

- Baño químico. Para limpiar la superficie del cobre después del templado, se puede sumergir la pieza en una solución de 10 partes de agua por una de ácido sulfúrico (el ácido sulfúrico se puede conseguir en algunas farmacias o proveedores de joyerías) o bien 2 copas y media de vinagre con dos a cuatro cucharas de sal (esta última solución es mucho más segura si no disponemos de una habitación de trabajo especial para nuestras cosas). Dejaremos sumergido el cobre hasta que la superficie esté completamente limpia. Cuando la pieza esté limpia la sacaremos (utilizando tenazas  de bronce o para bronce) del baño y lavaremos con agua fría.

- Recordad que es más fácil preparar todas las superficies para el esmaltado si están húmedas. Frotar con papel de lija ambos lados de la pieza de cobre, podemos pulir el metal a mano o a máquina, en este último caso utilizar una rueda de pulir de fieltro con una masa de polvo de piedra pómez muy fino mezclado con agua o glicerina. Con un lápiz de fibra de vidrio daremos sobre la superficie hasta que se quede brillante. Después de limpiarlo bien, colocaremos el cobre, con cuidado de no tocar la superficie, sobre un soporte limpio. Truco: Un buen modo de darle un lavado final a la superficie es lamerla, porque la saliva es un buen neutralizante (sonreímos).

Plata. Podemos escoger cuatro tipos de plata para esmaltado: la plata fina, plata pura, plata inglesa o plata de ley con calidad para esmaltado (informarse de las calidades y propiedades de cada una)

- Primero trabajaremos el templado. Precalentamos el horno hasta unos 560 grados C  y colocaremos la pieza de plata sobre la parrilla del horno. Cuando la plata esté de un color rosa oscuro, la sacaremos y dejaremos enfriar sobre agua. Limpiaremos la superficie con un baño químico

- Baño químico. La limpieza de la superficie de la plata es muy parecida a la del cobre, siendo lo más utilizado la solución de 10 partes de agua por una de ácido sulfúrico. La solución de 2 copas y media de vinagre y cuatro cucharadas de sal funciona, pero tarda muchísimo. Colocaremos la plata en la solución (siempre utilizaremos tenazas de cobre) y la dejaremos dentro hasta que la superficie esté limpia. (El baño funcionará mejor si está caliente. Para ello colocaremos el bote en una sartén o plato de pyrex con agua caliente y taparemos)

-Limpieza de manchas. La forma más fácil de limpiar las manchas es hacer que la plata pura de la plata de ley salga a la superficie. Si templamos, enfriamos y luego le damos un baño a la plata, observaremos que la superficie se vuelve gradualmente más blanca, es decir, la plata fina vuelve a la superficie. Por ello tendremos que repetir los procesos de templado y baño químico cuatro o cinco veces para tener una buena capa de plata fina. Cuanto más brillante sea la superficie de plata bajo el esmalte transparente, más reflectantes serán y mejor quedarán los esmaltes. Aclarar bien la plata con agua y limpiarla bien con el lápiz de vidrio. Colocar la plata sobre un papel o soporte limpio antes de esmaltar

¡Ya estamos preparados para esmaltar! ¿Os parece difícil? Pensadlo, es mucho más fácil que conducir un coche o cocinar un “bacalao al pil pil”



Os dejo una muestra de trabajos de joyería. El esmalte aplicado a la joyería y orfebrería ha sido y sigue siendo una estupenda opción para iluminar y colorear cualquier elemento sin tener que recurrir a las piedras preciosas de ahí que, en el mundo de los esmaltes, esté muy presente la figura (o idea entendida como recuerdo de una impresión)  de Gustav Klimt.










No queremos dejar pasar por alto el trabajo de muchos artistas artesanos como: Vasilis Giampouras,  Elza Pereira, Alina Joid’art, Cristina Juliá, Txus Gruzeta, Frey Wille,  Friedrich Will, Andrés Moreno, “Cartier”o la firma “Ardentia”








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