Después
de la cocción, los esmaltes pueden parecer irregulares. El lijado con piedra
consigue un buen acabado. Para este proceso el esmalte debe estar algo más
elevado que el metal que lo rodea. Envolver la piedra con papel lija, sujetar
debajo del agua y frotar hasta que se consiga un buen acabado. Aclarar, secar y
hacer una cocción rápida para restaurar el brillo.
Sobre los fundetes.
Hay fundetes duros, medios y blandos, cada uno compatible con diferentes
esmaltes.
El
fundete duro o de cocción alta suele utilizarse como capa base bajo los
esmaltes transparentes sobre cobre. También es buen contraesmalte porque al
cocer adquiere un color plateado. Un fundete duro de plata, por ejemplo, es muy
buena base para el cloisonné.
Los
fundetes blandos pueden utilizarse como capa protectora sobre los esmaltes, y
para rellenar cloisons sobre colores que necesitan una capa.
El
fundete tiene la función de proteger del
ácido el esmalte coloreado.
Metales para esmaltar.
Cobre. El cobre es un metal blando y maleable que
resulta muy apropiado para el esmaltado y, dado que es comparativamente barato,
resulta un metal ideal para comenzar y familiarizarse con el esmaltado.
El
cobre tiene una temperatura de fusión de aproximadamente 1.037 grados C, que es la más alta de los esmaltes. Suele
utilizarse como base para joyas esmaltadas o en piezas grandes como: paneles, cuencos, platos, cajas…
Cuando
el cobre se calienta, se forma un óxido en la superficie que, si no es tratado,
estropearía el trabajo esmaltado. El óxido, que es negro y laminoso, debe ser
limpiado antes de cada cocción sumergiendo la pieza en un baño químico o
frotando la superficie con estropajo de acero seguido de papel lija normal y de
agua.
Preparación
de la pieza de cobre para el esmaltado:
-
Primero trabajaremos el templado. El proceso de templado consiste en calentar
el metal a una cierta temperatura para que, cuando se enfríe, quede lo bastante
blando para trabajar con él. El proceso también limpia cualquier suciedad o
grasa del metal. Se puede templar el cobre calentándolo en el horno, o con un
soplete.
a)
Si se utiliza el horno, precalentaremos hasta unos 705 grados C. Colocaremos El
cobre en una parrilla metálica y metemos en el horno un minuto o dos hasta que
se ponga rojo, lo sacaremos y pondremos a enfriar inmediatamente en agua.
Limpiaremos la superficie de cobre introduciéndolo en el baño químico que
corresponde.
b) Si utilizamos soplete, colocaremos el cobre sobre un bloque de
soldadura en una bandeja para soldar. ¡Precaución!
trabajaremos contra una superficie oscura que nos permita ver el color de la
llama del soplete. Cuando la pieza se ponga de color rojo pasar inmediatamente
al agua y finalmente limpiar la superficie del cobre sumergiéndolo en un baño químico.
- Baño químico. Para limpiar la superficie del cobre después del
templado, se puede sumergir la pieza en una solución de 10 partes de agua por
una de ácido sulfúrico (el ácido sulfúrico se puede conseguir en algunas farmacias
o proveedores de joyerías) o bien 2 copas y media de vinagre con dos a cuatro
cucharas de sal (esta última solución es mucho más segura si no disponemos de
una habitación de trabajo especial para nuestras cosas). Dejaremos sumergido el
cobre hasta que la superficie esté completamente limpia. Cuando la pieza esté
limpia la sacaremos (utilizando tenazas
de bronce o para bronce) del baño y lavaremos con agua fría.
- Recordad que es más fácil preparar todas las superficies para el
esmaltado si están húmedas. Frotar con papel de lija ambos lados de la pieza de
cobre, podemos pulir el metal a mano o a máquina, en este último caso utilizar
una rueda de pulir de fieltro con una masa de polvo de piedra pómez muy fino
mezclado con agua o glicerina. Con un lápiz de fibra de vidrio daremos sobre la
superficie hasta que se quede brillante. Después de limpiarlo bien, colocaremos
el cobre, con cuidado de no tocar la superficie, sobre un soporte limpio.
Truco: Un buen modo de darle un lavado final a la superficie es lamerla, porque
la saliva es un buen neutralizante (sonreímos).
Plata. Podemos escoger cuatro tipos de plata
para esmaltado: la plata fina, plata pura, plata inglesa o plata de ley con
calidad para esmaltado (informarse de las calidades y propiedades de cada una)
- Primero trabajaremos el templado. Precalentamos el horno hasta
unos 560 grados C y colocaremos la pieza
de plata sobre la parrilla del horno. Cuando la plata esté de un color rosa
oscuro, la sacaremos y dejaremos enfriar sobre agua. Limpiaremos la superficie
con un baño químico
- Baño químico. La limpieza de la superficie de la plata es muy
parecida a la del cobre, siendo lo más utilizado la solución de 10 partes de
agua por una de ácido sulfúrico. La solución de 2 copas y media de vinagre y
cuatro cucharadas de sal funciona, pero tarda muchísimo. Colocaremos la plata
en la solución (siempre utilizaremos tenazas de cobre) y la dejaremos dentro
hasta que la superficie esté limpia. (El baño funcionará mejor si está
caliente. Para ello colocaremos el bote en una sartén o plato de pyrex con agua
caliente y taparemos)
-Limpieza de manchas. La forma más fácil de limpiar las manchas es
hacer que la plata pura de la plata de ley salga a la superficie. Si templamos,
enfriamos y luego le damos un baño a la plata, observaremos que la superficie
se vuelve gradualmente más blanca, es decir, la plata fina vuelve a la
superficie. Por ello tendremos que repetir los procesos de templado y baño químico
cuatro o cinco veces para tener una buena capa de plata fina. Cuanto más
brillante sea la superficie de plata bajo el esmalte transparente, más
reflectantes serán y mejor quedarán los esmaltes. Aclarar bien la plata con
agua y limpiarla bien con el lápiz de vidrio. Colocar la plata sobre un papel o
soporte limpio antes de esmaltar
¡Ya estamos preparados para esmaltar! ¿Os parece difícil?
Pensadlo, es mucho más fácil que conducir un coche o cocinar un “bacalao al pil
pil”
Os dejo una muestra de trabajos de joyería. El esmalte aplicado a
la joyería y orfebrería ha sido y sigue siendo una estupenda opción para iluminar
y colorear cualquier elemento sin tener que recurrir a las piedras preciosas de
ahí que, en el mundo de los esmaltes, esté muy presente la figura (o idea
entendida como recuerdo de una impresión)
de Gustav Klimt.
No queremos dejar pasar por alto el trabajo de muchos artistas
artesanos como: Vasilis Giampouras, Elza
Pereira, Alina Joid’art, Cristina Juliá, Txus Gruzeta, Frey Wille, Friedrich Will, Andrés Moreno, “Cartier”o la
firma “Ardentia”
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