Existen un montón de curiosidades alrededor de la cultura del Té que nos
encantan!! Curiosidades que nos hacen viajar a lugares como: el Tíbet, Sri
Lanka, Vietnam, India, Pakistán, Irán, Egipto, Turquía o como el caso de hoy a
Marruecos
El
té en Marruecos adquiere una dimensión mucho más importante, que lo que se
puede esperar para un país africano. Este sitio con raíces musulmanas sabe
disfrutar del buen té y mucha de esta culpa, la tienen los ingleses. Es que la Reina Elizabeth I
de Inglaterra quiso ayudar a los vendedores de vajilla británicos, a que
pudieran colocar sus productos dentro de las clases altas marroquíes del siglo
XVIII. Y lo consiguió.
Interesante
¿Verdad?
La
historia del té en Marruecos se remonta al siglo XVIII. En esa época la Reina Elizabeth I
de Inglaterra, tenía una misión que realizar: introducir dentro del ámbito de
la realeza marroquí la vajilla y todos los artefactos referidos al té, así los
artesanos de su país, podían vender esos productos. Y finalmente lo consiguió,
enviando primero algunas muestras que resultaran convincentes. Hoy día el té es una de las bebidas
principales dentro de Marruecos. El té más común de consumir
en Marruecos es el Té verde .Es
que es el más económico y el más indicado para mitigar el calor de las altas
temperaturas casi permanentes, que hay en dicha región. Por eso mismo,
se lo bebe con menta para que sea más refrescante.
Además del clásico té verde con menta que se bebe en Marruecos, se lo suele acompañar con azúcar moreno,
vasos peculiares y coloridos, además de bizcochos. Lo más común es que
se beba té a toda hora, sin importar el momento del día.
Hay muchas versiones del "Té Moruno" pues cada hogar lo prepara de una forma y todas son válidas para dar la sensación de acogida y bienvenida. Nos quedamos con esta fórmula que, nos dicen, es la más extendida:
1.
Los
ingredientes son té verde gunpowder (la hoja enrollada en bolitas),
hierbabuena, azúcar y agua.
2.
Se recomienda
poner una cucharadita de té verde y otra de hierbabuena por taza y el doble de
azúcar u otro edulcorante (el clásico suele ser muy dulce, pero mejor poner al
gusto) en el agua caliente sin que llegue a hervir.
3.
Dejar reposar
unos minutos (alrededor de 3 minutos) y escanciar desde la tetera al vaso,
volver a verter el líquido en la tetera y repetir varias veces para que se
mezclen bien los ingredientes. Ahora toca probarlo y si no se está conforme aún
hay tiempo para regular las cantidades y volver a escanciar.
4.
Retirar las
hojas de té para que no quede amargo. Antiguamente no lo filtraban ni colaban
por lo que las últimas tazas que se servían eran muy amargas, de ahí derivó un
dicho: "La primera taza de té es dulce
como la niñez, la segunda intensa como la madurez y la última amarga como la
muerte".
5.
Escanciar
también a la hora de servir para airear un poco y crear espuma.
6.
Como
sugerencia de presentación se puede añadir hojas frescas de hierbabuena,
piñones o flores de azahar.
Acuarela de Herrero de Olivares |
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