PROCESOS DEL TEÑIDO
El
éxito del teñido depende en gran parte del buen lavado de las fibras.
Según
el tipo de fibra se seleccionará el tipo de jabón a utilizar y la temperatura del
agua para quitar totalmente las impurezas.
Lana
Se
deberá eliminar la grasa natural (lanolina) que en caso de quedar, dificultaría
el teñido y proporcionaría a la prenda un olor desagradable. Una vez preparadas
las madejas, se enjuagarán en forma abundante hasta eliminar la tierra y
suciedad de la oveja que sea disuelta por el agua. Se pasa luego a los
detergentes o lejías para retirar la grasa: las madejas se dejan en reposo por
espacio de 20 minutos aproximadamente, en un recipiente amplio con agua
jabonosa, se frota suavemente para remover la grasa, y se enjuaga varias veces
con agua a 40 grados, hasta eliminar totalmente la suciedad. Puede repetirse el
proceso, pero con menor cantidad de jabón. El jabón usado puede ser jabón en
polvo neutro biodegradable, detergente de cocina biodegradable, soda solvay o
soda de lavar (carbonato de sodio), o lejías. Es muy importante manejar la lana
con cuidado, pues de no ser así, la fibra puede sufrir cambios en su estructura
que no podrán revertirse.
Para
que no se apelmace:
a-
Nunca deberá retorcerse, ni fregarse enérgicamente.
b-
El manejo del calor debe ser cauteloso. En principio, los cambios bruscos de temperatura
dañan la lana, así que siempre deberá introducirse la fibra en los baños tibios
y luego ir calentando lentamente. Cuando el proceso finalice, dejar que se entibie
dentro.
Seda
Es
necesario eliminar la sericina (goma de la seda). Para ello las madejas primero
se enjuagan con agua tibia, se escurren suavemente y se colocan en un
recipiente con agua jabonosa durante 15 a 25 minutos, aumentando paulatinamente
la temperatura hasta que no se sienta resbalosa. Se utilizan jabones neutros. El
enfriamiento no debe ser completo dentro del baño, ya que el jabón se adhiere a
la fibra.
Algodón y otras fibras vegetales
Se
introduce la fibra en un recipiente amplio con agua jabonosa y carbonato de sodio
a temperatura alta, durante una a dos horas. El algodón no es tan sensible a las
temperaturas altas como la lana. Luego se enjuaga varias veces con agua
caliente, evitando los cambios bruscos de temperatura.
MORDENTADO.
Los
mordientes son sales minerales que agregadas al baño de teñido, realzan, intensifican
o modifican el color de la fibra y hacen que el resultado sea de mejor calidad
en lo que refiere a la resistencia a la luz y al lavado. Las fibras textiles se
mordentan luego del lavado. Para ello pueden emplearse diversas sustancias.
Lana y seda.
Deberemos
preparar un baño con agua tibia y el mordiente elegido bien molido. Se coloca
la madeja bien mojada, removiendo el baño para que se impregne parejo. Se
seguirá calentando hasta llegar a unos 40-50 grados. Así se debe dejar una
hora, retirar del calor y permitir que se enfríe lentamente. La madeja quedará
en el baño una noche, y al día siguiente estará lista para teñir. Si no se
tiñera al día siguiente, se debe retirar del baño, y guardar envuelta húmeda.
Algodón y otras fibras vegetales
Se
prepara un baño alcalino con agua caliente y el mordiente elegido. Se coloca la
madeja bien mojada, removiendo el baño para que se impregne parejo. Se seguirá
calentando casi hasta el hervor pues las fibras de origen vegetal necesitan
mayor temperatura y tiempo para este proceso.
Mordientes
Los
más usados son: alumbre, cremor tártaro, taninos, lejías, sales de hierro, sal común.
No os asustéis, también explicaremos un proceso más rápido y fácil
para principiantes. Próximamente: Preparación del tinte, manejo del material
tintóreo, obtención del tinte, conservación del tinte, color del tinte…
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