Disfrutar
de un buen café es una de las tradiciones más intrínsecas en diversidad de
culturas alrededor del mundo. Podemos encontrarlo de muchas variedades, sabores
y precios. Pero ¿qué diferencia los tipos de cafés y qué lo hace llamarse “café
gourmet”?
La
base de un café gourmet es un buen grano. Cerca del 70% de la calidad
intrínseca del grano de café es determinada por las características genéticas
de la semilla. El otro 30% de la calidad del café es determinado por el
ecosistema en el que se cultiva y nosotros añadiríamos sobre la base del
comercio justo.
A
primera hora de la mañana, a mediodía, después de comer, a media tarde, tras
una cena espléndida; cualquier momento es bueno para saborear una deliciosa
taza de café. El café puede prepararse de un sinfín de maneras, casi tantas
como aficionados tiene este milenario brebaje. Aquí te enumeramos las más
conocidas:
Expresso: De origen italiano, este café lleva crema
color avellana, levemente rojiza, tiene un sabor intenso y un gran cuerpo. Cortado:
Se prepara añadiendo un poco de leche del tiempo o caliente. Con leche: Se
llena la mitad de la taza con café y la otra mitad con leche del tiempo o caliente.
Manchado: Se llena la taza de leche y se le añaden unas gotitas de café
caliente. Descafeinado: Café al que se le ha extraído la cafeína.
Puede ser de máquina o de sobre (hecho con agua o leche). Piccolino o
ristreto: Café corto concentrado al que son muy aficionados los italianos. Capuccino: Se
llena la tercera parte de una taza mediana con café recién hecho muy caliente
(un expresso) y se termina de completar con leche calentada al vapor. Nunca se
le añade nata, es la leche la que crea la espuma de la superficie. Vienés: A
un café normal, ni muy cargado ni muy flojo, se le añade una pequeña cantidad
de nata montada. Royal: Se impregna un terrón de azúcar en chartreuse amarillo,
ponerlo en taza pequeña y añadirle café solo a su gusto. Brulé: En un
vaso resistente se pone un café solo. Luego se calienta una copa de coñac con
un trozo de piel de limón. Se echa en el vaso con café, se prende en una
cucharilla un poco de coñac con un terrón de azúcar y esperaramos hasta que se
queme. Café Irlandés: Se calienta una copa y se pone en ella dos
cucharadas de azúcar y un poco de whisky. Se llena el resto de la copa, dejando
lugar para la nata fresca. Para impedir que la nata se vaya al fondo hay que
diluirla con un poco de leche. Antillano: Para hacerlo podemos utilizar
la misma receta que para el café irlandés, sustituyendo el whisky por ron viejo.
Alsaciano: En este caso, utilizamos el Kirsch como licor. Berni: Se
utiliza la misma receta pero con Cointreau. Holandés: Aquí el alcohol lo
pone la ginebra. Diabólico: Se ponen en un recipiente un par de terrones
de azúcar, una rama de canela, una cáscara de limón cortada en tiras y un clavo
entero. Prendemos fuego al brandy y agitamos hasta que se mezcle. Dejamos
reposar dos minutos antes de verter el café caliente, todo eso sin dejar de
batir. Colamos y servimos en tazas pequeñas. En invierno, debmos calentar el
brandy antes de prenderle fuego. Java: Mezclamos el chocolate y el café
a partes iguales, ambos muy calientes, pero sin que lleguen a hervir. Se sirve
poniendo encima del tazón malvavisco. Mazagran: Mezclamos medio vaso de
agua , una taza de café, una copa de coñac o ron, una rodaja de limón, una
tacita de azúcar y un poco de hielo. Revolvemos durante cinco minutos, colamos
y listo para servir. Turco: Ponemos a hervir una taza y media de agua,
cuando ya esté en ebullición añadimos cuatro cucharadas de café molido y cuatro
terrones de azúcar. Después, lo hervimos tres veces, quitando la espuma que se
forma. Lo retiramos del fuego y añadimos unas gotas de agua fría, tras lo cual
lo dejamos reposar y ya podemos servirlo en tazas pequeñas. Blanco y negro: En
un vaso mediano ponemos la mitad aproximadamente de café granizado y una bola
de leche merengada. Bombón: Se llena un vaso pequeño de café bien
caliente y se le añade leche condensada. Típico de la zona de Levante. Café
Latte Macchiato: El Latte Macchiato consiste de leche al vapor marcada
con una medida de expresso vertida lentamente sobre la espuma de la leche en el
costado de un vaso transparente. Eso produce el efecto de "capas" que
a menudo se ve en los restaurantes. Café Chocolaccino: El café
Chocolaccino consiste de cappuccino espumoso servido en una taza alta, cubierto
de crema batida y un chocolate rallado. Café Latte: Consiste de una
taza de expresso y leche vaporizada con la espuma montada sobre la taza. La
leche vaporizada se agrega a 140º sobre el costado de la taza con expresso. La
leche y el expresso se juntan formando una densa mezcla marmolizada. Café
Latteccino: El latteccino se hace con expresso, dos partes de leche al
vapor y una parte de leche espumosa. Café Moca: Consiste de medidas
aproximadamente iguales de expresso, almíbar de chocolate, y leche al vapor. A
veces se sirve con crema batida. Café Expresso con Panna: El
expresso con panna es muy simple: expresso cubierto con crema batida. Café
Borgia: Se mezcla iguales cantidades de café italiano y de chocolate
caliente y se vierte en tazas, y se cubre con crema batida dulce. Y muchas más…
Están
muy de moda el arte del latte o arte del
café con leche. Se refiere a los diseños creados en la superficie de cafés
expresos por un barista. Hay dos formas de crear estos diseños, y generalmente
se utiliza uno de los métodos, e incluso a veces una combinación de ambos.
El
primer método consiste en ir manipulando el flujo de leche desde un jarro
(conocido como latte art «vertido libre»). El segundo consiste en dibujar
diseños con un instrumento (conocido como etching), con plantillas, polvos y
espuma de la leche.
El
arte del latte se suele ver en un latte, aunque también puede formar parte de
la presentación de un capuchino, un café moka o incluso un expresso macchiato.
Conforme
ha ido aumentando la popularidad de las bebidas tipo expresso, la calidad del
adorno realizado con arte del latte también lo ha hecho.
Con
el aumento del renombre del arte del latte y la presentación artística en la
taza, han emergido competiciones por todo el mundo para permitir a los baristas
demostrar sus habilidades. Como ejemplo de barista tenemos a Miguel Lamora,
barista y Latte Artista que ha ganado por
2ª vez el campeonato de latte art en España. Existen talleres y
cursos, en la página de Miguel Lamora encontrarás alguno interesante.
La
cata de cafés también es tendencia. Esta bebida con tanta tradición es
más compleja de lo que nos podemos imaginar, tiene más de 800 aromas y
sabores agradables. A medida que nos vamos familiarizando con el café,
podemos darnos cuenta de su amplia experiencia sensorial. En líneas
generales, los criterios que rigen las comparaciones entre distintas tipologías
de cafés son las siguientes: el aroma, la acidez, el cuerpo, el sabor y
el regusto.
Para
saborear una buena taza de café no sólo es importante la forma de prepararlo
sino también el recipiente a utilizar. Las tazas de porcelana, seguidas de las
de loza, son las que conservan durante más tiempo la temperatura del café. El
vidrio y el plástico, por el contrario, lo enfrían muy rápidamente
Los
“momentos café” son geniales, bien sean acompañado de un libro, con música o en
tertulia ¿Verdad? Otro día subiremos un listado de las cafeterías que más nos
gustan por la calidad del café, la variedad,
ambiente y decoración.
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