viernes, 9 de mayo de 2014

Café gourmet, el arte del latte o arte del café con leche . Comercio justo y "Saludables".

  
Disfrutar de un buen café es una de las tradiciones más intrínsecas en diversidad de culturas alrededor del mundo. Podemos encontrarlo de muchas variedades, sabores y precios. Pero ¿qué diferencia los tipos de cafés y qué lo hace llamarse “café gourmet”?

La base de un café gourmet es un buen grano. Cerca del 70% de la calidad intrínseca del grano de café es determinada por las características genéticas de la semilla. El otro 30% de la calidad del café es determinado por el ecosistema en el que se cultiva y nosotros añadiríamos sobre la base del comercio justo.



A primera hora de la mañana, a mediodía, después de comer, a media tarde, tras una cena espléndida; cualquier momento es bueno para saborear una deliciosa taza de café. El café puede prepararse de un sinfín de maneras, casi tantas como aficionados tiene este milenario brebaje. Aquí te enumeramos las más conocidas:

Expresso: De origen italiano, este café lleva crema color avellana, levemente rojiza, tiene un sabor intenso y un gran cuerpo. Cortado: Se prepara añadiendo un poco de leche del tiempo o caliente. Con leche: Se llena la mitad de la taza con café y la otra mitad con leche del tiempo o caliente. Manchado: Se llena la taza de leche y se le añaden unas gotitas de café caliente. Descafeinado: Café al que se le ha extraído la cafeína. Puede ser de máquina o de sobre (hecho con agua o leche). Piccolino o ristreto: Café corto concentrado al que son muy aficionados los italianos. Capuccino: Se llena la tercera parte de una taza mediana con café recién hecho muy caliente (un expresso) y se termina de completar con leche calentada al vapor. Nunca se le añade nata, es la leche la que crea la espuma de la superficie. Vienés: A un café normal, ni muy cargado ni muy flojo, se le añade una pequeña cantidad de nata montada. Royal: Se impregna un terrón de azúcar en chartreuse amarillo, ponerlo en taza pequeña y añadirle café solo a su gusto. Brulé: En un vaso resistente se pone un café solo. Luego se calienta una copa de coñac con un trozo de piel de limón. Se echa en el vaso con café, se prende en una cucharilla un poco de coñac con un terrón de azúcar y esperaramos hasta que se queme. Café Irlandés: Se calienta una copa y se pone en ella dos cucharadas de azúcar y un poco de whisky. Se llena el resto de la copa, dejando lugar para la nata fresca. Para impedir que la nata se vaya al fondo hay que diluirla con un poco de leche. Antillano: Para hacerlo podemos utilizar la misma receta que para el café irlandés, sustituyendo el whisky por ron viejo. Alsaciano: En este caso, utilizamos el Kirsch como licor. Berni: Se utiliza la misma receta pero con Cointreau. Holandés: Aquí el alcohol lo pone la ginebra. Diabólico: Se ponen en un recipiente un par de terrones de azúcar, una rama de canela, una cáscara de limón cortada en tiras y un clavo entero. Prendemos fuego al brandy y agitamos hasta que se mezcle. Dejamos reposar dos minutos antes de verter el café caliente, todo eso sin dejar de batir. Colamos y servimos en tazas pequeñas. En invierno, debmos calentar el brandy antes de prenderle fuego. Java: Mezclamos el chocolate y el café a partes iguales, ambos muy calientes, pero sin que lleguen a hervir. Se sirve poniendo encima del tazón malvavisco. Mazagran: Mezclamos medio vaso de agua , una taza de café, una copa de coñac o ron, una rodaja de limón, una tacita de azúcar y un poco de hielo. Revolvemos durante cinco minutos, colamos y listo para servir. Turco: Ponemos a hervir una taza y media de agua, cuando ya esté en ebullición añadimos cuatro cucharadas de café molido y cuatro terrones de azúcar. Después, lo hervimos tres veces, quitando la espuma que se forma. Lo retiramos del fuego y añadimos unas gotas de agua fría, tras lo cual lo dejamos reposar y ya podemos servirlo en tazas pequeñas. Blanco y negro: En un vaso mediano ponemos la mitad aproximadamente de café granizado y una bola de leche merengada. Bombón: Se llena un vaso pequeño de café bien caliente y se le añade leche condensada. Típico de la zona de Levante. Café Latte Macchiato: El Latte Macchiato consiste de leche al vapor marcada con una medida de expresso vertida lentamente sobre la espuma de la leche en el costado de un vaso transparente. Eso produce el efecto de "capas" que a menudo se ve en los restaurantes. Café Chocolaccino: El café Chocolaccino consiste de cappuccino espumoso servido en una taza alta, cubierto de crema batida y un chocolate rallado. Café Latte: Consiste de una taza de expresso y leche vaporizada con la espuma montada sobre la taza. La leche vaporizada se agrega a 140º sobre el costado de la taza con expresso. La leche y el expresso se juntan formando una densa mezcla marmolizada. Café Latteccino: El latteccino se hace con expresso, dos partes de leche al vapor y una parte de leche espumosa. Café Moca: Consiste de medidas aproximadamente iguales de expresso, almíbar de chocolate, y leche al vapor. A veces se sirve con crema batida. Café Expresso con Panna: El expresso con panna es muy simple: expresso cubierto con crema batida. Café Borgia: Se mezcla iguales cantidades de café italiano y de chocolate caliente y se vierte en tazas, y se cubre con crema batida dulce.  Y muchas más…


Están muy de moda el arte del latte o arte del café con leche. Se refiere a los diseños creados en la superficie de cafés expresos por un barista. Hay dos formas de crear estos diseños, y generalmente se utiliza uno de los métodos, e incluso a veces una combinación de ambos.

El primer método consiste en ir manipulando el flujo de leche desde un jarro (conocido como latte art «vertido libre»). El segundo consiste en dibujar diseños con un instrumento (conocido como etching), con plantillas, polvos y espuma de la leche.

El arte del latte se suele ver en un latte, aunque también puede formar parte de la presentación de un capuchino, un café moka o incluso un expresso macchiato.

Conforme ha ido aumentando la popularidad de las bebidas tipo expresso, la calidad del adorno realizado con arte del latte también lo ha hecho.

Con el aumento del renombre del arte del latte y la presentación artística en la taza, han emergido competiciones por todo el mundo para permitir a los baristas demostrar sus habilidades. Como ejemplo de barista tenemos a Miguel Lamora, barista y Latte Artista que ha ganado por 2ª vez el campeonato de latte art en España. Existen talleres y cursos, en la página de Miguel Lamora encontrarás alguno interesante.

La cata de cafés también es tendencia. Esta bebida con tanta tradición es más compleja de lo que nos podemos imaginar, tiene más de 800 aromas y sabores agradables. A medida que nos vamos familiarizando con el café, podemos darnos cuenta de su amplia experiencia sensorial. En líneas generales, los criterios que rigen las comparaciones entre distintas tipologías de cafés son las siguientes: el aroma, la acidez, el cuerpo, el sabor y el regusto.



Para saborear una buena taza de café no sólo es importante la forma de prepararlo sino también el recipiente a utilizar. Las tazas de porcelana, seguidas de las de loza, son las que conservan durante más tiempo la temperatura del café. El vidrio y el plástico, por el contrario, lo enfrían muy rápidamente


Los “momentos café” son geniales, bien sean acompañado de un libro, con música o en tertulia ¿Verdad? Otro día subiremos un listado de las cafeterías que más nos gustan por la calidad del café,  la variedad, ambiente y decoración.


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